no more lies
martes, 8 de enero de 2013
martes, 16 de octubre de 2012
miércoles, 18 de enero de 2012
miércoles, 21 de diciembre de 2011
domingo, 27 de noviembre de 2011
Naranjas que son limones.
Cuando somos pequeños imaginamos que algún día encontraremos a nuestra media naranja, esa persona con la que vamos a poder compartir cada segundo de nuestra vida y que a pesar de que vengan días malos vamos a conseguir superar todas las barreras y obstáculos que se nos pongan por delante y así al final, eso que empezó por pura casualidad será para siempre.
El termino siempre proviene de "semper" del latín, recurrimos al termino siempre cuando nos referimos al adverbio en todo o cualquier tiempo, o bien cuando queremos referirnos a la locución adverbial por todo tiempo o por tiempo sin fin. Eso es lo que yo pensaba cuando al andar por la calle me cruzaba con una pareja mayor y no podía evitar que mí mente divagará en lo muy feliz que parecían y que tal vez, algún día, yo también encontraría a alguien con el que poder sentarme en el porche y ver pasar el paso de los años. Pero supongo que no todo es tan fácil como en el mundo de los sueños.
El otoño había llegado, las hojas caían y el frío dejaba ver que cruel invierno estaba a punto de llegar. Era de noche, las luces estaban encendidas y yo, yo me encontraba acostada en la cama con la piel sudorosa y el cuerpo desnudo. No tenía sueño, la manecilla de los segundos pasaba lentamente mientras que la habitación estaba evadida por un enorme silencio y allí estaba yo, mirando a lo que llevaba tanto tiempo buscando. Su pelo negro parecía confundirse con la oscuridad de la noche y su respiración, su respiración era plácida y relajante. Mi mente no lo creía después de tanto tiempo, después de numerosos fracasos allí estaba él acostado a mí lado, como tantas otras noches había soñado.Y por una vez, por una vez creí que todas las historias que hablan de príncipes azules y almas gemelas eran verdad.
La oscuridad de la noche me invadió, lo abracé y dejé que mi mente divagara con la que había sido la mejor noche de mí vida.Cuando volví abrir los ojos todo había cambiado, un rayo de luz iluminaba la oscura habitación de la noche anterior y a mí lado ya no restaba un cuerpo desnudo, solo el recuerdo de un amor frustrado que se alejaba a medida que se rompían en pedazos todas esas fantasías que quedaban en mí interior.
Ese día aprendí que por mucho que se pueda llegar a querer a una persona y aunque puedas pensar que es tú media naranja en ocasiones las medias naranjas no son más que limones, y estos, si no vigilas al cortarlos, acabarán salpicándote y por consecuencia, escociéndote los ojos.
El termino siempre proviene de "semper" del latín, recurrimos al termino siempre cuando nos referimos al adverbio en todo o cualquier tiempo, o bien cuando queremos referirnos a la locución adverbial por todo tiempo o por tiempo sin fin. Eso es lo que yo pensaba cuando al andar por la calle me cruzaba con una pareja mayor y no podía evitar que mí mente divagará en lo muy feliz que parecían y que tal vez, algún día, yo también encontraría a alguien con el que poder sentarme en el porche y ver pasar el paso de los años. Pero supongo que no todo es tan fácil como en el mundo de los sueños.
El otoño había llegado, las hojas caían y el frío dejaba ver que cruel invierno estaba a punto de llegar. Era de noche, las luces estaban encendidas y yo, yo me encontraba acostada en la cama con la piel sudorosa y el cuerpo desnudo. No tenía sueño, la manecilla de los segundos pasaba lentamente mientras que la habitación estaba evadida por un enorme silencio y allí estaba yo, mirando a lo que llevaba tanto tiempo buscando. Su pelo negro parecía confundirse con la oscuridad de la noche y su respiración, su respiración era plácida y relajante. Mi mente no lo creía después de tanto tiempo, después de numerosos fracasos allí estaba él acostado a mí lado, como tantas otras noches había soñado.Y por una vez, por una vez creí que todas las historias que hablan de príncipes azules y almas gemelas eran verdad.
La oscuridad de la noche me invadió, lo abracé y dejé que mi mente divagara con la que había sido la mejor noche de mí vida.Cuando volví abrir los ojos todo había cambiado, un rayo de luz iluminaba la oscura habitación de la noche anterior y a mí lado ya no restaba un cuerpo desnudo, solo el recuerdo de un amor frustrado que se alejaba a medida que se rompían en pedazos todas esas fantasías que quedaban en mí interior.
Ese día aprendí que por mucho que se pueda llegar a querer a una persona y aunque puedas pensar que es tú media naranja en ocasiones las medias naranjas no son más que limones, y estos, si no vigilas al cortarlos, acabarán salpicándote y por consecuencia, escociéndote los ojos.
miércoles, 26 de octubre de 2011
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